Publicado 2018-03-01
Resumen
El presente artículo indaga en un debate que, sin ser nuevo, muestra un creciente interés actual: ¿cómo influye el espacio en el proceso de enseñanza-aprendizaje? Se examinan estudios científicos que relacionan tres áreas del saber: educación, arquitectura y neurociencia. La discusión plantea la existencia de corrientes metodológicas que apuestan por la transformación del espacio como forma de innovación educativa. Detrás de estas corrientes subyacen conceptos de neurociencia y neuroeducación (Mora, 2013) que demuestran la influencia que sobre nuestros cerebros tienen las emociones y su efecto sobre el comportamiento humano. Por último, reconoce la necesidad de continuar investigando, planteando nuevas hipótesis: ¿en qué medida se están implementando las conclusiones de los trabajos de investigación científica en la construcción y reforma de espacios educativos en el sistema público español? ¿Cómo puede la neuroarquitectura, en relación con la sostenibilidad, influir para promover una educación económica responsable? ¿Podría la neuroarquitectura paliar riesgos laborales psicosociales de los profesionales de la docencia del siglo XXI?